miércoles, octubre 28, 2009

Genero y dignidad.

DANA GABINA.
(Santa Maria de los Buenos Ayres, capital del Vierreynato del Rio de la Plata, 1782)



I.
Epao, Baba! Saludo la negra Tadea en un susurro al jefe de todos los Orixas(1) . Omio-do, saludo a su orixa de cabeza, a su ‘santo’ a aquella que le estaba prohibido adorar, salvo bajo la forma de la Virgen, dada la sombra de la Inquisición establecida en la ciudad.

 
Alupo, Ogunie, Eparei, Kao, kao-kabelecile, Oke, Oke-okibambo, Exo, Ueueo, Abau, Xexeo, Omio-do, Epao; repitio moviendo apenas los gruesos labios en lengua nago-xexe, mirando las leonadas aguas del rio, donde a pesar del frio inclemente debia proceder al lavado de las ropas, como si el saludo a sus deidades de la lejana Loango M-pinda, (Angola, Africa occidental) donde fue cazada fueran a protegerla de las heladas aguas. En un susurro, repitio la letania de una oracion en su lengua natal, sola, alejada de otras sombras como ella que apartaban la suciedad de las prendas cotidianas.

El frio le penetraba los huesos, a pesar del vigor con que paleteaba las ropas, y aun le ardia. Ya no era una jovencita, ni muchos menos virgen, pero aun le dolia y le ardia cuando el amo la tomaba por la fuerza en la cocina; bien de sobrado sabia su orixa que era un acto urgente y rapido, feroz por la urgencia, que le dejaba la carne protestando en la forma de un ardor urticante, un dolor fisico que hacia mas sobrellevable el dolor moral de la mancillacion, de la violencia, de su obligado callar de esclava.
La negra se enjugo una lagrima, de dolor o de frio, y toco la marca infamante de la carimba (2), la violación, la carimba..... las aguas del rio llevaron su mente a niña Gabina. Dana, su querida Dana, que con tan solo 15 años en el mundo, tenia la cabeza mas fresca y lucida que habia visto en dos contienentes, que sabia lo que queria, y que habia tenido el coraje de luchar por ello.

 

Dana…. NO era negra. Era blanca, y de buena cuna, pero conocia las 1000 caras de la esclavitud y lo que signficaba ser tratada como una esclava. Conocia a fondo la esclavitud, en cada una de sus formas: la de la vil compra y venta de seres humanos, y la del acotado mundo de las mujeres que carecian de voz , voto y de decision. Conocia personalmente el dolor de la humillacion, la vejacion, los golpes, el ser tasada y vendida como una pieza. Recordo el paso ligero de la muchacha, ese aire de desenvoltura, esa certeza de estar viva, la inconfundible fuerza de los 15 años. Dana queria llevar a la vida de la mano, danzar con ella, disfrutar del sol, de la musica, de las flores, de los momentos de solaz para hacer mas llevaderos los momentos de prueba del cuerpo y del alma. Como tambien recordo el pesar que la agobiaba, algo que la ceñia mas duramente que las cintas del corset, un anhelo, un sueño inalcanzable, un algo que no podia ponerle nombre porque no lo conocia. Un destello de luz en las tinieblas, el instante en que queda suspendido en el aire el ultimo grano de arena del reloj, una gota de agua que se escurre de entre las manos, un sueño hecho trizas por la violencia de su propia sangre, de su propio y querido tio.

Dana…. Su niña de 15 lluvias apenas, difuminandose en la distancia que devoraba el tumbeiro (3) que se alejaba con rumbo a las selvas de Guyana con sus tripulantes blancos hechos prisioneros de quienes hasta momentos antes eran una pieza mas de mercaderia, hambreada, extenuada, aterrorizada por los vaivenes del viaje, encadenada a su propia inmundicia, enferma, herida, sedienta, golpeada, famélica, agostada, vigilada y brutalmente castigada, abarrotada en las bodegas pestilentes, pero que con un poco de ayuda lograron tomar el control y luchar por lo unico que tenian: su vida, su libertad y su dignidad.

Dana, la libertadora.

Mas de ciento cincuenta almas le debian ese algo inmenso, impagable. Mas de ciento cincuenta zulúes cazados y embarcados por el padre de Dana, no pasaron por la humillación del cacheo y revision por parte de los oficiales reales, el horror de la carimba al rojo vivo sobre las carnes y los galpones negreros, su destino de pieza de cambio, según donde fuera mas valioso revenderlos.
Su querida Dana…. su niña que se preguntaba, le preguntaba, le preguntaba a sus orixas si acaso habia un lugar para ella en este mundo. La niña que no queria ser una pieza de cambio en el ajedrez de los negocios turbios, mancillados de sangre, una pieza de trueque que se viste, se alhaja, se exibe como carnada para que pique un potencial socio comercial de su padre  y ser entregada de un amo a otro amo.

Las aguas del rio solo estan heladas, repara Tadea mientras completa su tarea; no hay ningun buque meciendose en su lecho, mucho menos, la imagen soberbia, sublime, que la redime de su destino, la imagen de la embarcación negrera, huyendo a todo trapo, con los zulúes liberados, mas los negros soliviantados de la ciudad entre el esclavaje. Su hermano, entre ellos, todo por la mano de la dulce Dana.
 
‘Hay algun lugar en este mundo para mi?’, se preguntaba la niña. Que queria? Sin ser mas que una bozal aclimatada (4) ni saber de letras, Tadea comprendio entre chuchos de vulgar frio, que lo que Dana pretendia era el bien mas escaso en el siglo XVIII en una remota colonia española sin riquezas de oro ni plata, mas que un bien, un rarisimo privilegio. Un rarisimo privilegio del que carecian los esclavos, los indios, los pobres, las mujeres. Aquel anhelo que la aherrojaba mas que las cadenas del mercado infame de carne humana y que las cintas de raso del corset, que no podia ponerle nombre porque no lo conocia: Igualdad y libertad.
 
Dana, que fue tal el espanto que sembro en los duros corazones y las estrechas mentes de la epoca que su nombre fue borrado -no solo de la historia- sino tambien como eleccion de gentilicio. Solo una vez, prestaria su voz desde la tumba, para erigirse en santo y seña de conjurados, de los que una vez mas querian sacudirse otro yugo de encima. En 1806, durante la invasión y ocupación de Buenos Aires por las tropas britanicas, el grupo de resistencia catalan liderado por Jose de Sentenach, eligio, como santo y seña el nombre de Dana Gabina.
Pero quizas, lo que mas le hubiera agradado a Dana, es que fue otra joven, en otro continente, y de otra cuna, con el poder para hacerlo, quien a pesar de todas las criticas y contras de sus Primeros Ministros, con su blanca mano firmo lo que todo una raza esperaba. Se llamaba Victoria I de Inglaterra y tenia tan solo 18 años para poner a la mayor flota naval del mundo, la temible Flota Imperial que ocupaba en una simple revista formal 30 millas desplegada en el mar, a combatir y perseguir el trafico de esclavos, haciendo efectiva el Acta de Abolición de 1807 y que pudo llevar a cabo recien en 1832 cuando fue reina menor de edad.
 

Alyxandria Faderland. Bs. As. 2006. 5to. puesto concurso Entre todas, España de ese año.




Glosario:
(1) ORIXAS: Deidades del culto africanista.
(2) CARIMBA: Del portugues ‘carimbo’,(pias de origen de los primeros tratantes de esclavos): sello. Marca que se realizaba a fuego en la piel para identificar a que compañía negrera pertenecia cada esclavo.
(3) TUMBEIRO: Del portugues, analogía por tumba debido a las altas tasas de mortalidad, era la forma en que se designaba a los navios –fragatas, bergantines- que realizaban el cruce transoceanico de esclavos.
(4) BOZAL ACLIMATADA: Esclavo africano con años de permanencia. Africano de primera generacion.






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