miércoles, octubre 06, 2010

Fotosecuencia: Para que la Tierra despierte.


... Ceremonia del Fuego. Jardin Japones, Buenos Aires 2010.


Iniciando el camino....

por tierra o por sobre el agua....

para colgar los deseos en el Arbol de Hierro...

los tambores tocan llamando a la Tierra a despertar....

y se enciende el Fuego para que el calor llegue a la Tierra y esta despierte....

... despues una nube de humo elevara los deseos a los dioses. Este o aquel, que mas da.

Regreso con gloria y sudestada.

Arribo de la Fragata Libertad, como veran el 06/07, uno de los dias mas frios del año.

jueves, julio 15, 2010

Fotografia: Ayer y hoy.


Marzo 2010: La bandera rojo y gualda de España ondea contra el fondo que le presenta la Fragata Libertad y el moderno Buenos Aires. La recepcion a vuelta del periplo de la Regata Bicentenario Velas Sudamerica 2010 de la "Libertad" sera mucho menos multitudinaria y rozando casi lo triste.

Fotografia: Vuelo rasante.


Aviones Hercules sobrevuelan el Obelisco en el Paseo del Bicentenario, seguidos por una cuadrilla de aviones Pucara. Fotografia en movimiento (velocidad crucero estimada en 750 km/hora).

¿Bicentenerario? ¿de quien? ¡Alto, alto con los festejos, que vamos a destiempo!

La humanidad esta mas dispuesta a pagar por un perjuicio que por un beneficio, porque no soporta la carga de la gratitud. Tacito.

Los que cuentan la historia elijen los personajes, generalmente hablan mas de oficiales que de cocineros. Xibelius.



Levante la mano, en el estado que este, o lo que quede de ella de tanto usarla -ya fuere para festejar o para taparse las orejas- cada vez que escucha la palabra Bicentenario.
Porque de tan usada, despues de festejado,ya parece haber perdido sentido y haber degenerado en una especie de franela, un trapo con el que se saca brillo a cualquier situación.
Una encuesta de un diario de por aquí, que se dice de primera línea, revelo que mas del 60% de los encuestados no tenia ni la mas pálida idea de quien nos habíamos independizado 200 años atrás, dejándolos parados como incultos casi irreductibles. Pues bien, si se encuentra entre esta gente, siga su vida tranquilo, aprenda lo que mas le guste, porque vea que tenia razón y aunque no lo crea el equivocado es el diario. El 40 % siga leyendo o contrate un profesor de historia, como mas le guste; porque 200 años atrás no nos independizamos de nadie.

200 años atras,con una España en particular y una Europa en general hecha trizas por las guerras napoleónicas, los virreyes en America no sabían que rumbo tomar: si clavarse a sus sillones y seguir como que nada ha sucedido hasta que se calmara la cosa; u otros que desde hacia tiempo venían con ganas de pasarle factura a la Corona por el trato recibido desde que llegaron hasta el presente que distaba de ser equitativo entre nativos y peninsulares; baste recordar que Sobremonte ante la vista de una invasión real por parte de otra potencia, le temía mas a armar a los nacidos en este suelo que a un puñado de ingleses y con esta mentalidad dejo invadir la capital de un Virreinato. En buen romance, muchos querían sacarse a un gobierno distante y altanero de encima y empezar de nuevo, cosa que se hizo tímidamente y bajo lo que se llamo ‘la mascara de Fernando’, o sea hacerse los que le cuidaban la quintita al rey preso en regio palacio y recibiendo favores de hermosas damas, hasta poder dar el batacazo. Pero independizarnos, no.

Así, que alto, alto!!! que vamos a destiempo con los festejos, porque si queremos festejar la Independencia faltan algunos años, y si vamos a ser fieles a la historia y festejar esta declaración, de autentica emancipacion, deberiamos empezar con la primera independencia ganada en America Latina… lamento informar que vamos con unos seis años de atraso.

Quizás el retraso se deba al pie que daba la introduccion: quien o quienes escriben la historia, al pais en cuestion... no se casual que sea el mismo país que perdió casi al 20% de su población en un sismo -que por algunos días acaparo las primeras planas de los diarios para ahora volver al olvido que es consuetudinario-, y que al día de hoy, su independencia es tan virtual como la Web, porque junto con el sismo cayo la poca autonomía que tenia para ser controlado por la primera prepotencia mundial, que ni lerda ni tonta inmediatamente tomo control del país, y que le importo un bledo cuantos muertos, moribundos, heridos o simplemente hambrientos tuvieron que esperar 14 hs. en tales condiciones -incluido un Hercules de la Fuerza Aerea Argentina con un segundo hospital de campaña cuando el unico hospital que funcionaba en ese momento era el hospital de los cascos blancos argentinos-, solo porque cerraron el aeropuerto con su argumento de megaseguridad –para ellos- solo para que una maldición bíblica para el país "los cornudos"; en este caso una cornuda celebre como Hillary Clinton fuera a tomarse una foto entre los restos del desastre. Que la señora no se rompa una uña que es cuestión de estado; cuantos murieron en estas catorce horas poco importa.

Si 206 años después la situación esta así, ¿como hicieron en ese entonces, donde la mayoría de la población era esclava, fueran quienes siguieran en orden en sublevarse contra sus amos franceses? Pese la igualdad del Revolución Francesa, y de un edicto de 1794 que en la teoría acababa con la esclavitud, en la practica el sistema era el mismo: solo habían cambiado el nombre por una cuestión de color de piel y ya Napoleon con plenos poderes abogaba por reestablecerla sin miramientos: a ese entonces muchos sostenian que los esclavos no tenian alma. Los franceses reprimieron los primeros focos de rebelión en el norte de la isla con una dureza inusitada (1791/94), y recurrieron a métodos que de detallarlos la mayoría cerrara la página de inmediato. Acorralados, torturados y perseguidos los participes, y viendo lo que podian esperar los que no participaron, los franceses solo consiguieron una cosa: que cada vez más esclavos y gente de color con su libertad en serio peligro, se fueran plegando -más que por convencimiento al movimiento por pavor a sus amos- y no es de extrañar que las represalias contra los blancos fueran de la misma índole, cobrándose ojo por ojo.

Napoleón envío en 1802 sus -hasta el momento- imbatibles tropas, al mando de nada mas ni nada menos que su cuñado, y aqui comenzo la maldicion de los cornudos, el Gral. Leclerc rey induscutido con su poli-coronada testa con varios cuernos y su esposa, la insoportable Paulette, que sin demostrar un ápice de piedad por el sufrimiento de estos seres, escapaba por las noches a los barracones a divertirse con algún esclavo. El cornudo demostró que si debía volcar su ira en alguien, lo haría contra aquellos que además de dejar a su esposa mas feliz que él, además desafiaban a las mejores tropas del mundo. Si Napoleón se calza tan bien el traje de Primer Anticristo en las archimentadas profecías de Nostradamus, es porque sus subordinados hicieron todo lo mas inhumano que encontraron para doblegar la rebelion: desde capturar al General en jefe Francois Toussiant de Louverture, algo inaceptable para ellos: un negro culto, hasta darle una idea al segundo anticristo de mentas, haciendo una invención monstruosa: convirtió sus barcos en cámara de gas flotantes matando a cientos de esclavos rebeldes encerrados en las bodegas con vapores de acido sulfúrico. El General Toussaint moriría en prisión, helado hasta los huesos en el frío clima parisino de una neumonía, mientras que en el trópico por fin la malaria tuvo a bien despachar a mejor vida al celebre cornudo, y la insufrible Paulette que regresa a martirizar Europa pero llevándose algunos souvenirs: algunos esclavos para su servicio personal.
No es de extrañar que viendo la crueldad al parecer sin limites de los franceses, insistieran en el ojo por ojo y mientras el mundo conocía las ‘atrocidades’ por la cifra de europeos muertos, aunque no contabilizaran para nada el segundo genocidio de la historia.

Si, mal que nos pese, ocurrio en America -nombre de mujer, ultrajada desde que el primer europeo puso pie aqui; y donde el primer genocidio de mano de los conquistadores arrasa el 90% de la poblacion nativa- America, una vez mas verá el segundo genocidio en la escueta superficie de una isla, donde son mas de 200.000 haitianos quienes dan la vida en la lucha o en los tormentos, luchando por su autentica libertad; y sí, lo hicieron con una ferocidad inigualable porque no solo se les iba la libertad sino la vida de forma nada grata de solo pensar en la derrota, como fieras en una encerrona dispuestos a vender caro cuerpo & alma, tanto que fueron los primeros en hacerles morder el polvo de la derrota a las consideradas mejores tropas del mundo. No, no fue en Europa donde sucedió: fue aquí en America donde por primera vez Bonney conoce la derrota; no fueron las tropas españolas apoyadas por Wellington aunque se adjudiquen el merito; mientras el merito de los haitianos también se oculte. ¿Dónde se ha visto que un general desconocido como Jean Jaques Dessalines (2), resulte un genio milital al mando de un ejercito de esclavos, de desesperados, de desheredados de la esperanza se ganen el primer lugar? ¿Como mencionar que fueron estos los primeros en derrotar a las tropas de un genio militar?
Quizas estimen mal mostrar que unas tropas que van desde las gens de coleur o mestizos de cierto nivel social y cultural, hasta esclavos andrajosos, descalzos, mal armados, pero acicateados con una furia ciega por los suyos muertos o torturados, que se arrojaban a la batalla al grito de a matar o morir, porque era preferible lo segundo a la vida como esclavos. Nunca fue mas real la lucha por la libertad que en esta minúscula isla.
En estas condiciones de infierno en la tierra, donde hasta el Diablo hacia campar sus respetos, Haití obtuvo su independencia el primer día del año 1804, tras poner en fuga a la última flota francesa con proa a Francia, pero vencida. También será Haití, el único país en ofrecer alguna ayuda al resto de los países de America en su lucha de independencia, detalle que se pasa también por alto y no se contabiliza. (3)

Por el autentico bicentenario de quienes realmente querían ser libres, no hubo festejo alguno, sus 200 años pasaron de largo, desapercibidos; solo emergieron a destiempo por un sismo desvastador y visto las consecuencias, ya sin la cornuda que fue para que le tomaran una foto y tomar nota de como mantener el status quo: los que mas tienen pasen primero, los que no tienen nada sigan en la nada, pareciera que aun están muy lejos de lograr aquello que 206 años atrás arrebataron a una potencia extranjera: AUTENTICA INDEPENDENCIA. No es casual que solo emerjan del olvido ante alguna tragedia -ignoramos si hubo festejos en su pais y como fueron de haberlos- y que oscura razon les niega el merito. No tanto: tener el atrevimiento en ser el primer país del mundo en el cual triunfo en una revolucion antiesclavista haciendo real el viejo sueño de Espartaco, que creo un estado afroamericano, y hasta tendieron la mano hacia otros pueblos que seis años despues se rebelarian porque entendian que la dignidad humana es la misma aqui o mas alla; ese atrevimiento a levantarse ante el amo es lo que no se perdona ignorandolos olimpicamente la historia aunque haya sido el pais que a un altísimo precio, grito tambien primero Libertad en America Latina.




(1)Napoleon,el primer Anticristo: Las guerras Napoleonicas, entre America, Europa y Micronesia dejaron un tendal de 3.500.000 muertos. La poblacion esclava en Haiti se calcula que rondaba -quien iba a contarlos- las 400000 almas; la mitad o mas murio en la empresa.

(2) Jean Jaques Dessalines, general de la Repiblik d’Ayiti (en creole) que diseño la bandera originalmente roja y negra; con la que sus tropas se lanzaban a la carga, restituyo el nombre indigena al pais que significa Tierra Montañosa; y ofrecio ayuda nada mas ni nada menos que a Francisco de Miranda, un latinoamericano con nombre grabado ironicamente en el Arco del Triunfo, Paris. En su honor el himno del pais se llama "La Dessalinienne" y es el unico Himno que repite 'morir es dulce' hasta machacar antes que vivir en esclavitud.(3) Alexandre Petion, junto con el anterior, fue el unico en ofrecer ayuda a Simon Bolivar, a cambio de.... que en cada territorio que libertara, aboliera la esclavitud.



miércoles, julio 14, 2010

Fotografia: El abanderado.

Desfile del Bicentenario * 25 de Mayo de 2010, rumbo a su desconcentracion
Regimiento de Granaderos a Caballo represetando el Cruce de los Andes.

sábado, julio 10, 2010

Mujeres del Bicentenario: Gertrudis Medeiros, Yo soy espia.

Con motivo de la conmemoracion de los 200 años de los primeros intentos de emancipacion de los pueblos americanos que han dado lugar a multiples eventos, este grupo de amigas y escritoras chilenas y argentinas, ha decidido homenajear a las que no se escucha que se nombren en los discursos oficiales. Aquellas mujeres que ni un paso atras, ni uno adelante, sino que juntos, codo a codo con sus maridos, sus amantes, sus hermanos, sus hijos o por conviccion, ayudaron a qu años despues se consiguiera la ansiada independencia. O como dicen los que saben: "Sin las mujeres, America nunca hubiera alcanzado su independencia." (Pagina oficial del Ejercito de Colombia)



El Ejercito Auxiliar del Norte ha sido derrotado en la batalla de Huaqui, replegándose hasta Tucumán. En ese momento la frontera norte queda en la práctica sin defensa alguna.
San Salvador de Jujuy, 1814.


Las manos juntas sobre el pecho simulan estar orando, como quien esta rogando por su alma. La condenada, si, esa condenada mujer le enciende una chispa de deseo. El cabello oscuro se le ha soltado durante la larga y forzada marcha luce ondeado, boscoso, una selva donde sus dedos ansían perderse explorar, encontrar para volver a empezar; el perfil de virgen de medalla a pesar del maltrato, que disimula la lóbrega luz de una candela y aun así, en la desgarrada sencillez del vestido estilo imperio de luto insinúan un cuerpo joven que explota en sus veintipico de años, jugoso, una fruta madura exótica quizás por su piel que se tiñe de rosa tras el agotador viaje al rayo del sol. Condenada mujer que le enciende el deseo, una rea cualquiera condenada a muerte, que iniciara por la mañana el largo viaje a los profundos socavones del Potosí, ese cerro maldito donde la codicia mostró la peor cara que puede mostrar como símbolo de opresión, espanto y muerte, donde deberá morir trabajando, con los pulmones destrozados por el polvo de roca, extrayendo plata para aquella lejana corona.
Ahora esta rezando, piensa el soldado español, orgulloso vencedor de una veintena de gauchos y una mujer, orgulloso solo porque detrás de el tiene todo un ejercito. Quizás por eso se acerca soberbio con el cuenco que mas que un potaje o sopa contiene un aguachirle, con esa expresión de las gentes de baja estofa que no son nada pero se sienten mucho si están tras un uniforme, armados hasta los dientes y sobre todo si tienen por delante a quien no puede defenderse.
O eso cree.

Las dos manos juntas de la mujer que le encendió un sutil deseo y simulaba rezar, al verlo se retraen a un lado del cuerpo y ese gesto de llevarlas al lado contrario al que se acerca, lo enciende aun mas: nada mejor además qu parezca temerle; sin embargo desde allí descargan un golpe bestial en el pecho, como si lo hubiera golpeado una maza y como si fuera poco, al amplio movimiento de vaivén de ida que lo arroja contra una pared del calabozo, el movimiento de vuelta estrella esas dos manos férreamente unidas en la cabeza que va a estamparse contra la pared mugrosa sumiéndolo en la inconciencia mientras el cuenco caído sigue girando como una peonza sobre el piso de tierra.
Con el vestido sucio, rígido de mugre, sudor, tierra y sangre; la mujer se confunde con las sombras nocturnas. Esquiva dos soldados confundiéndose con la sombra aprovechando la escasa luz de las teas; tiene que esperar que pasen otros dos soldados realistas, precaución vana pues van tan ebrios que no la hubieran notado así pasara ante sus narices. De a trechos, ya sea agazapada, corriendo, reptando, de a poco, la mujer va ganando su libertad, aquella libertad que se le hace tan pero tan lejana.

Quizás la perdió estando aun tibio el cadáver de su marido, ella y sus hijas estaban aun al borde de la tumba, con flores en las manos, cuando el frío desden de Pío Tristán, que se las da de gran señor y caballero además de General de los ejércitos españoles, ordeno que demolieran parte de su casa que no usarian como cuartel general, por el crimen de darle la espalda a esa Corona tan lejana que nada sabe de ella o de su vida, por sus donaciones del producto de la finca al ejercito del Norte, o por todo aquello que de buena gana dieron con tal de no ver mas en su vida el gesto de soberbia de los peninsulares frente a los nacidos en este suelo, y por no rendirse sin antes resistirse junto con los suyos aunque fuera de palabra, aunque luego diran que tambien echaron mano de alguna arma. No se gasta en suplicar ante ese gesto torcido de desprecio del español, si bien no puede impedir que sus hijas lloren, y ante la primera frase que vomita bilis del godo informándole que debe considerarse una prisionera sin bienes algunos, con su acento americano del que se enorgullece le responde señalando la tumba junto al modesto oratorio de la finca:

- Bueno, al final no se necesita mucha tierra, ¿vio?

No le duraría mucho el triunfo y el gesto al español, porque aun desde su condición de prisionera, había logrado pasar a través de una mulata, un detalle exacto de cuantos hombres comandaba, la ruta que seguirían, las armas que contaban, la artillería, el parque, las paradas para descansar y todo detalle que pudiera recordar. Era una prisionera modelo y hasta los guardias se condolían de una joven viuda que purgaba quizás las faltas de su hombre, y le permitían ciertas libertades, algún privilegio como una pitanza mejor, o un trato un ápice más humano, pero tal fue el maltrato que la convencio aun mas de la necesaria libertad de los nacidos en estas tierras. Si los ejercitos de Buenos Aires en principio gozaban de mala fama, que actuaban mas como tropas de ocupacion que del mismo pais, el trato de los españoles hizo que le abrieran los brazos de par en par, y mas ahora que se le han bajado los humos despues de derrota tras derrota y como perla final, son los propios hijos de la tierra que los acompañan ahora en la campaña, lentamente se van amalgamando formando un ejercito de todos, al que gustosa pasaba informacion.

Aunque triste, era amable y de grato trato, buena conversación y al final terminaban ellos encadenados a su encanto y contando que habían hecho desde que nacieron hasta el presente y lo que planeaban. Lo único que contaba era lo que planeaban, datos que pasarían a la única línea de defensa que quedaba. No duro mucho el cautiverio, porque los españoles fueron derrotados ya en el Tucumán, como ahora en Salta, por los restos de aquel ejercito ‘del Norte’ quizas desarrapados, mal vestidos, peor armados y para terminarla de amolar, comandados por un General tan enfermo que antes de la batalla vomita sangre y aun asi, esas tropas tienen orden y la moral en alto mientras el General no muestra su enfermedad. Lado a lado y codo a codo con aquella tropa armada mas que con fusiles con locos sueños de libertad, se baten también un grupo de mujeres reclutado por Juana Moro y Martina Silva que los godos tachan de ‘fieras', han usado bien la información recibida de la cautiva, le toca ahora a Pío Tristán morder el polvo de la derrota.
Quien hubiera dicho que nuevamente volverían, en pocos años otra vez los tendría por los restos de su hacienda de Campo Santo como la llaman, que se la dejaron echa un erial, aunque esta vez no esta sola, al menos ha recibido aviso con algo de tiempo y cuenta con una veintena de gauchos que están dispuestos a vender caro su pellejo, como la dueña. Por una eternidad, atrincherados resisten: corta con los dientes los cartuchos de cartón de pólvora, que le van tiñendo la cara de negro, los introduce en los tres fusiles que dispone y baquetea con furia antes de pasárselos a quien tiene turno de disparar a condición que sea blanco certero: un disparo y derechito al mas allá, mientras ya esta cortando otro cartucho de cartón…. Se le antoja eternamente lento el mecanismo de esos fusiles de avancarga que pesan tanto como un niño de seis o siete años y cuyo retroceso puede tirarla de espaldas, pero aun así se da el gusto de hacer algunos disparos por mano propia, disparar un antiguo pistolon de duelo más ceremonial que letal, antes de verse totalmente cercados. No hay piedad con los hombres, pese a que las armas principales que usaron fueron las lanzas, las boleadoras, alguna piedra certera en una cabeza de un hondazo y tres armas de fuego, pero por su condición de mujer tienen la caballerosidad de encadenarla todo un dia a un árbol e informarle que será trasladada a Jujuy. Un viaje demoledor a caballo entre los cerros y quebradas en condiciones normales pero que la obligan a realizarlo encadenada como un animal rabioso. Durante las etenas 18 leguas del viaje, parece un gesto de dolor que vaya rasgando la tela de los puños del vestido, a veces tirando un hilo en la falda, hurgando algo en sus bolsillos, cambiando de uno al otro semillas. Gestos del desespero.

Ninguna escuela militar hasta la fecha registra que de esta forma un condenado aun cargado de cadenas a 1260 metros sobre el nivel del mar no solo no este clamando por un descanso, por aire, sino que por contrario esté llevando cuenta del ejercito invasor. Tampoco que desde la cárcel, pueda pasarle a una esclava que hace la ronda todos los días de retirar ‘las aguas’ o el balde que oficia de letrina en las celdas, el numero de soldados que contaron las semillas, la cantidad y calibre de artillería que contaron las rasgaduras, o los datos de suministros que están escritos en su mugrosa falda de hilos cortados, ademas de todo lo que escucha en la cárcel, datos que la dueña de la esclava escribirá en un papel cifrándolo y hasta quizás le añada un mapa. Datos que alguna moza llevara escondido en el ruedo de la falda o en la suela de la bota si viaja disfrazada de hombre, la depositara en ‘el árbol estafeta’, un tronco agujereado en un árbol junto al río Arias en Salta, donde se dejan los mensajes, y que otra esclava que después de lavar la ropa, tendera al descuido algún trapo en el árbol, y que luego con disimulo recogerá junto con el trapo y la entregara a su superior, alguna señora que desencriptara el mensaje de la red de ‘bomberas’ y que vía su hermana Magdalena ira a dar directamente a oídos del General Guemes que le estampara una nueva derrota a las –en vano- orgullosas tropas que se dicen ser las primeras en derrotar a Napoleón olvidándose que en esto son los segundos y gracias.

No tan buenos, si una mujer desarmada puede con ellos, piensa mientras se arrastra, repta y da con un par de ojos azules que brillan en un rostro sucio de tierra, inquisidores, en cuyos labios se lee más que escuchar ¿Gertrudis? ¿Gertrudis Medeiros?

- Voto a Dios, ¡casi me matas de un susto!

- ¿Por mi?- la voz delata a la joven vestida de hombre- vamos, por aquí, antes que se les acabe la juerga.

María Loreto Sanchez de Peón conoce como nadie los distintos caminos para ir y venir los 103 Km. que separan Jujuy de Salta y ya ha hecho varias veces el viaje, algunas veces como lo que es, una fina dama, otras veces disfrazada de humilde panadera, vestida de gaucho, de embarazada, de viuda…. Parece increíble que una joven alta y espigada pueda transformarse en tantos personajes y ser creíble, pero viéndola manejar el caballo mejor que muchos hombres (es la unica que se anima a subir de noche al cerro a informar algun parte urgente y hablar cara a cara con el General Guemes en persona) y con lo que parece un sistema de guía propia mientras se internan por los pedregales, trepan por empinadas laderas o esquivan peligrosas quebradas que pueden ser una trampa mortal en lo mas oscuro de la noche , es fácil confundirla con el mas recio de los gauchos.

- ¿Dijiste Juerga?- pregunta al rato, y con una sonrisa cómplice la amiga desgrana sin volverse mientras por momentos hasta toma las riendas del caballo que monta la fugitiva y lo guía en los lugares mas peligrosos como si hubiera nacido para hacer proezas a caballo.

- Íbamos a rescatarte. Algunas chinas, pardas, mulatas y hasta algunas blancas están muy tristes con la partida de tus custodios y están despidiéndolos entre lagrimas, licores y dándoles esperanzas si vuelven pronto – y ambas no pueden reprimir una sonrisa ante la ironía que destila su voz- Hasta donde manda la decencia.- aclara.

- Hay que tenerle bronca al cuerpo para más, María.- susurra para no espantar los caballos con los que deben llegar a Salta. No hay animales de recambio y si el terreno lo permite van al galope tendido y deben dejarlos descansar en los lugares más incómodos yendo al paso.

- Ya prontito vas a llegar. Vas a ver los tuyos… - susurra la guía.

- ¿Y que mas? ¿Van a devolverme la finca? ¿Reconstruir lo que otra vez destrozaron? ¿Seguir espiando?- una vez salvado el pellejo, las dudas del futuro empezaban a atormentarla. María bostezo, se seco las lagrimas que le provoco con la manga y lo resumió brevemente:

- Echar a los godos ante todo. Tener lo que es nuestro, ser todas iguales, tener los mismos derechos ya seamos pardas, blancas, solteras, casadas o viudas, casarnos con quien una quiera, hacer lo que nos venga en gana- enumera. Podría seguir soñando a la luz de las estrellas que parecen beberse sus palabras, mientras afloja el paso a los caballos dado que el rasgado vestido de Gertrudis aun es un impedimento para montar, pero lo resume en una sola frase: -Vivir nomás.



Gertrudis Medeiros (no hay ningun retrato de ella ni de joven ni de moza) llego sana y salva a Salta (escudo y bandera de la Provincia en la imagen, junto con la bandera nacional); en una de las nueve invasiones de la ciudad, debió refugiarse en Tucumán por su condición de condenada. Desde 1812 en que el Ejercito Auxiliar del Norte fue destrozado, la fluctuante línea de frontera quedara en manos de un General desconocido para casi todos, tartamudo y tímido para ciertos lances, que comanda a unos gauchos armados con chuzas y lanzas que no componen una tropa organizada y a la que los peninsulares miran con saludable desprecio. Sin embargo durante las invasiones inglesas a Buenos Aires, el joven oficial Martín de Guemes, al ver a la embarcación británica Juliet varada, en la bajante del Rio de la Plata, no dudo en atacarla al frente de su tropa a caballo, a boleadoras, tiros y sablazo limpio, al punto que la oficialidad del buque se olvido que contaba con 26 cañones y sin dudarlo, se rindió.

Custodiando la frontera norte, fue vital la ayuda de la red de bomberas o espías, que comanda su hermana Magdalena, de la cual son parte Gertrudis y María, impidiendo la invasión de nuestro país nueve veces.

Gertrudis Medeiros jamás recupero sus bienes y murió pobre, además de olvidada. María, a la que vemos en un daguerrotipo circa 1840/1850 junto a su arbol estafeta, tuvo la gracia de recibir una pensión y murió tan pobre como su amiga, a la edad de 105 años, aunque hasta el final de sus días peinaba su cabello ralo y blanco con una cinta patria tan celeste como sus ojos.

Ahora, las invito a descubrir al resto de estas mujeres en los blogs de:
ABRIL, (una ariana de valor), ALI, (Violeta Parra), ANA1, (La capitana Maria del Valle) ANA 2, (Maria Loreto, la biografia de la amiga de Gertrudis, version de historiadora), DULCE,(Generala Juana Azurduy de Padilla), EVAN,(Capitana Maria de los Milagros del Valle) PAMELA, (Javiera Carrera) STEKI (Isabel de Guevara), ANA3, (Las soldaderas anonimas)